El marciano

Portada de El Marciano

Como humano del siglo XXI (Homo Mercadonis) si de pronto me encontrara solo en una llanura desierta, por ejemplo en Logroño, estoy seguro de que duraría menos que las dietas de Paquirrín. En menos de un día me encontrarían muerto, con los esfínteres relajados en exceso y con varios kilos de tierra en el estómago. Esto es así, y es válido para casi todos los habitantes del planeta: somos seres sociales y gregarios y sin contacto con otros iguales estamos perdidos. ¡Perdiditos!.

En referencia a esto, al bueno de Mark Watney le ocurre una cosa muy graciosa durante un viaje de trabajo: tras un accidente, sus compañeros le dan por muerto y deben abandonar su cuerpo. La buena noticia es que en realidad está vivo. La mala, que está en Marte.

Así arranca esta novela escrita por Andy Weir y publicada en España por Ediciones B en la que Watney, uno de los primeros hombres en pisar Marte (y uno de los primeros en ser abandonados allí), emprende una loca carrera por la supervivencia con la ciencia y el ingenio por compañeros. Y es que aunque las vistas sean preciosas el planeta rojo no es la panacea en términos de habitabilidad, así que nuestro protagonista tendrá que utilizar todo su conocimiento para sobreponerse a los rigores de un medio ambiente asesino, a una soledad apabullante y a la música disco de los 70. Sí, amigos.

El autor se ha documentado concienzudamente. Muy concienzudamente.
Todas las situaciones que se nos plantean en la novela se apoyan en unas bases físicas y tecnológicas realistas, lo que ayuda a que percibamos más real el peligro al que el protagonista se enfrenta y sus esfuerzos por evitarlos.

La historia se desarrolla de forma ágil y con bastante sentido del humor por lo que la lectura no se hace nada pesada, aunque en mi opinión, utiliza demasiadas veces la misma estructura narrativa cada vez que se enfrenta a un nuevo contratiempo, cual capítulo de Colombo: si algo va muy bien sabes que en breve va a ir como el Viñarock 2007.
Esto juega un poco en su contra, ya que esta anticipación provoca que en determinados momentos no consigas empatizar con la angustia y tensión que debería ser primordial para mantenerte en el relato.

Aún así es un gran libro, muy disfrutable y mu rico. Y debéis leerlo antes de que Ridley Scott saque la película a finales de año y fastidie una buena historia con sus chorradas infinitas!

Foto de Ridley Scott muy loco y sin miedo
¡Estoy loco y no tengo miedo!