Sí, tiene cara de zumbao, ya. Pues ponte sus películas, ¡PONTELAS!. Atrévete, y saldrás ganando, que si, que si. Me apetece, y mucho, escribir una reseña de la escueta filmografía de este danés inspirado en el principio de su carrera nada menos que por La matanza de Texas, que ya es decir.
Influenciado por la gran película de Tobe Hooper entre otras, Nicolas se lanza en 1996 con su ópera prima Pusher. Un crudísimo y realista relato sobre Frank, un camello de poca monta de Copenhage que se ve envuelto en una espiral de deudas y violencia. Kim Bodnia está espectacular como el traficante, excelente y natural macarra desbordado por los acontecimientos. Pero el film nos presenta también en sociedad al enorme Mads Mikkelsen. Nuestro elegante Hannibal, aquí es Tony, inseparable compañero de aventuras de Frank, a cual más maltrecho y desgraciado. El señor Refn ya nos da muestras en las secuencias a la carrera de sus personajes, aliñadas con la fotografía de lo más oscuro de la capital danesa y la violencia implícita obligada, por donde van a ir los tiros. Fundamental. Fue la primera de una trilogía que se descafeinó después de esta primera. Una segunda parte en la que Mikkelsen lleva todo el peso de la historia , donde intenta sobrevivir sin poder llegar a escapar de sus fantasmas del pasado. Mads de nuevo genial, la peli pierde cuerpo e identidad, aun así pasable. La tercera y última parte se pierde en personajes secunadarios, quizá innecesaria, pero mantiene el pulso del artista. Esto le mantiene ocupado y le hace ganar prestigio y algún que otro premio desde 1996 hasta 2006. Después vino Bronson…….cuidao.
Año 2008, Tom Hardy, bigotazo, Inglaterra. Podría dejarlo ahí, pero venga va. Contada desde un contexto muy teatral, aborda la historia de Michael Gordon Peterson, boxeador clandestino, delincuente y secuestrador. Brutalmente agresivo desde pequeño, vive bajo el pseudónimo de Charles Bronson”. Simplemente busca el reconocimiento de la sociedad, pobre hombre. En este caso todo se desarrolla a partir de los monólogos de un Tom Hardy que devora la cámara en cada plano. Colosal, incluso físicamente, cabeza afeitada y bigote como no, a lo Bronson. Un Reino Unido de lo más ecléctico y liberal dentro de su protocolario desarrollo habitual. Ejercicio técnico muy “a pie de escenario” y unos personajes tan particulares como coloridos. Muy Wes Anderson. De nuevo bravo Nicolas.
Un año más tarde, 2009, se nos pone histórico el chico. Vuelve a recurrir a Mads Mikkelsen y nos lanza a la cara Valhalla Rising. ¡Que cabronazo! Póntela, póntela. Seguramente aprovecha la ocasión para dar rienda suelta a sus ambiciones como director de fotografía y montaje, porque tela. Después de varios visionados he de decir que me parece un peliculón y es básica para comprender su evolución como cineasta. El problema está en que después de una primera hora tan brutal y desgarradora como preciosista y mágica, se va evaporando y pasa a un estado filosófico tan denso como la niebla de su secuencia central. Cruzados en busca de infieles vikingos arrastrados por la bestia interpretada por Mikkelsen bajo los verdes mantos de las praderas nórdicas. La belleza que emana se convertirá en equilibrio puro en su trabajo de consagración, Drive.
Tengo una debilidad, tu lo sabes muy bien, estoy………en fin. ¡Pues si! A mi me puede esta obra de arte que es Drive, ¡coño ya!. La secuencia de créditos inicial bajo el Nightcall de Kavinsky es momento clave del cine moderno (me vengo arriba si). Ryan Gosling, Carey Mulligan, Brian Cranston y Oscar Isaac entre otros, en un momento de forma ideal, gran visión Nicolas. Actor de escenas peligrosas al volante y ocasional piloto conoce a madre joven solitaria, se gustan y se quieren conocer. El habla poco, pero lleva una chaqueta digna de un hueco entre los objetos de atrezzo más emblemáticos de la historia del cine, ella es dulce y necesita protección. Sí, lo has visto muchas veces, pero Refn eligió este proyecto para llevar a cabo todo lo ejecutado a medias anteriormente y elevarlo a la perfección. Cada uno de los primeros planos, tratados con mimo. Cada escena de exteriores llevada a la máxima expresión. Cada canción más perfecta que la anterior. La estética en todo el metraje es espectacular y única. El guion es insignificante ante el poder de las imágenes y las miradas. Las cámaras lentas adquieren aquí otro significado sensorial. Me veo atrapado por todo lo que cuenta y sobretodo por como. De momento, opino que es su obra cumbre, que a su vez alcanza unos niveles de exquisitez rara vez descubiertos. Ahí es ná……
Solo dios perdona, último trabajo hasta la fecha (a la espera del estreno de The Neon Demon), y muy bonito dentro de su violento transcurso. Menos ambicioso pero muy de autor tras lo conseguido. Contando de nuevo con Ryan Gosling, lo exprime hasta el punto de cargar con todo su dolor sin apenas expresarlo. En unas pocas líneas de texto le brinda dos películas fantásticas que brillaran en la filmografía del actor. En los bajos fondos de Bangcock, dos hermanos regentan los “negocios” de la familia tranquilamente hasta que todo empieza a torcerse y la madre se ve obligada a aparecer. ¡Que hija de puta! Acojonante Kristin Scott Thomas en el papel de matriarca sin escrúpulos, de lo mejor del film. Para mi, un gran trabajo devolviendo la pureza de Pusher y la belleza de Valhalla Rising en un mismo escenario. La luz natural entre las sombras y los neones de la impura capital tailandesa alumbran a los desalmados personajes de este casi drama, casi thriller. Ojo también al monstruo de policía tilandés que persigue derrotar sus planes familiares. Majestuosamente desprovisto de corazón. Intensamente atractiva.
Aconsejo fervientemente echarle un ojo aunque sea a alguna de ellas, y disfrutar de una manera de hacer cine bella y provechosa. Me tiene muy atrapado……..
